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Barataria

2016

14

Mirar con atención los aspectos formales y observar

la relación que guardan con el plano semántico per-

mite a su vez a los lectores reconocer la densidad

del lenguaje y comenzar a entender cómo se forja la

construcción global de sentidos.

Aprendizajes sobre el proceso de lectura

En este grupo clasificamos los saberes que desarro-

llan los niños en relación con el proceso de lectura.

El trabajo supuso para ellos un desafío cognitivo, pues

los llevó a asumir una actitud activa y posibilitó el uso

y reflexión sobre algunas estrategias de lectura como:

- El establecimiento de hipótesis;

- el desarrollo de inferencias y anticipaciones;

- la realización de descripciones, identificaciones,

renarraciones y explicaciones;

- la relectura de partes no tan claras en una primera

lectura y la búsqueda de indicios textuales que

posibiliten la validación de las hipótesis construidas

y que permitan avanzar en la interpretación;

- la puesta en relación de conocimientos proce

dentes de diversos ámbitos: la vinculación del

texto con referentes que integran la “textoteca in

terna” de los lectores (Devetach 2008), etc.

Aunque en el análisis de las intervenciones observa-

mos que la mayoría tiene un carácter descriptivo y

corresponde a un nivel literal (el cual parece constituir

en ocasiones un paso necesario hacia lo inferencial),

a lo largo de las sesiones descubrimos un aumen-

to gradual de las respuestas que incluyen hipótesis

y valoraciones, así como una mayor disposición para

exponer incertidumbres, hallazgos y ambigüedades

surgidas en el proceso de lectura.

Poco a poco, los niños van comprendiendo la lectura

como un proceso interpretativo que los invita no a dar

cuenta de “la” interpretación correcta sino a construir

sentidos. La experiencia hace posible que los niños

tomen conciencia de que, aunque exista una “lite-

ralidad”, los sentidos no están prefijados, no vienen

dados únicamente por el texto ni son construidos en

exclusiva por los lectores, sino que surgen del trabajo

interpretativo, un trabajo que es más rico si se realiza

colectivamente.

Aprendizajes sobre las discusiones

literarias y la lectura compartida

La lectura compartida y la discusión sobre los libros

y los procesos interpretativos que se ponen en juego

al abordarlos constituyen para algunos niños un des-

cubrimiento. En uno de los últimos encuentros uno

de los niños, Calin, reconoce que “nunca había leído

así en grupo” y piensa que esta modalidad “es intere-

sante porque […] puedes comprender, leer mejor el li-

bro, la historia que cuenta”. A lo largo de las sesiones,

los lectores toman conciencia de la importancia del

trabajo colaborativo en el proceso de interpretación:

cómo lo dicho por los otros posibilita entender mejor

la lectura y profundizar en los nuevos sentidos que se

van abriendo.

Así, además de aprender a discutir con lo que ello

supone (argumentar las propias ideas, escuchar a los

otros, respetar los turnos, reconocer los propios des-

aciertos y estar abiertos al cambio…), esta práctica

les permite comprender que el sentido no es unívoco

ni se crea de una vez, sino que es progresivo, tiene

idas y vueltas, y puede ser construido colectivamente

en un proceso que va de lo individual a lo social y

viceversa. En este vaivén, los niños descubren no solo

el libro sino también a los demás: comprenden que

a medida que leemos vinculamos lo que vemos con

nuestro bagaje de conocimientos, y esto nos lleva a

construir sentidos diferentes para un mismo texto.

La puesta en común de perspectivas favorece así

mismo la ampliación y enriquecimiento de los mar-

cos interpretativos de los lectores, ya que ofrece la