
S
entado en una exposición de arte moder-
no, un adolescente de trece años observa
con curiosidad una pieza. Se trata de la
proyección de
Alicia en el país de las maravillas
(versión Disney). Entre el foco del proyector y
la pared de la sala cuelgan unos pequeños es-
pejos, lo que genera la ilusión de que fragmen-
tos de la película vuelan alrededor de sus vi-
sitantes. El adolescente, que sigue atento uno
de los ojos de Alicia que vuela por todo el lu-
gar, pregunta en voz alta:
¿qué tanto me ves?
Y,
aburrido, sale de la sala.
Esta anécdota real sirve como imagen que
nos hace pensar en el adolescente en la actuali-
dad. A pesar de que el joven se acople a la voraz
evolución de la tecnología, a las redes sociales,
o a los nuevos discursos y lecturas, sigue sien-
do vulnerable a la mirada del Otro: del adulto,
de los demás jóvenes, de la sociedad. Actual-
mente, los adolescentes poseen muchas alter-
nativas que les generan una aparente libertad,
pero que terminan comportándose como esos
ojos fragmentados que flotan sin orden. Es di-
fícil verse como individuo ante tanto acceso a
la información. La identidad de los adolescen-
tes se construye a partir de referentes cada vez
más efímeros. Más aún dentro de Latinoaméri-
ca, donde diferentes países están en un cons-
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BARATARIA
NÚMERO 15 •
2013
IDENTIDADES FRAGMENTADAS EN LA LITERATURA JUVENIL LATINOAMERICANA
tante proceso de reforzamiento social, político
e ideológico en contra de la idea colonizadora.
Contar al adolescente latinoamericano im-
plica adentrarse en un espacio de reconocimien-
to que descubre, comparte, conecta y niega a
este entorno. Su cuerpo cambia, sus ideas tam-
bién, su contexto varía, ellos se sienten como
Otros
dentro de la sociedad, y algunas veces
son adultos sin más etapas de tránsito. No en
vano, muchos de los autores latinoamericanos
que han publicado libros para jóvenes a partir
del año 2000 los representan así: víctimas que
narran sus historias en primera persona, de for-
ma crítica pero con humor en los descubrimien-
tos cotidianos; son marginados, cuestionadores,
creativos y resignados. A continuación, se revi-
sarán algunas obras publicadas en los últimos
trece años, y se indagará acerca de las formas
en que son representadas entidades sociales
que se mantienen al margen, en situación des-
favorecida, incluyendo al mismo adolescente.
Encuentros cotidianos
Los adolescentes, por excelencia, buscan un
espacio propio. Esta necesidad espacial y social,
les hace apartarse de la familia, figura que re-
presenta su primer lugar de reconocimiento con
el Otro. Son ellos: padres, hermanos, abuelos,
Los adolescentes,
tras un sentido
de
pertenencia
por Freddy Gonçalves Da Silva*