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2012

NÚMERO 14

BARATARIA 15

La mezcla de razas y culturas; el latifundio,

que desempeñó un papel predominante en el

auge de las economías de exportación; la edu-

cación, importada de Europa y de Estados Uni-

dos, vista como un instrumento de formación o

de transmisión de ideas, fueron temas que se

plasmaron en la literatura infantil y juvenil del

continente a partir de escritores que fueron los

verdaderos precursores de la literatura infantil

en Latinoamérica. Autores que estaban segu-

ros de que la literatura podía jugar un papel

de cambio entre el rígido texto escolar de una

escuela que recién descubría el concepto de in-

fancia, y una literatura que se acercaba a sus

lectores.

Autores como Rafael Pombo, José Martí y

Monteiro Lobato creyeron en una transforma-

ción de pensamiento que debía comenzar con

los más pequeños; propusieron una educación

igual para niños y niñas, en una literatura que

modernizó el concepto de infancia por su len-

guaje coloquial y los temas de interés de sus

lectores. Horacio Quiroga, Constancio Vigil y

María Elena Walsh supieron dirigirse de una

manera distinta a los niños, porque compren-

dieron que impregnando sus cuentos de humor

y sorrna, de personajes traviesos y rebeldes, re-

galaban una literatura lúdica y de placer con

la que sus lectores podían identificarse. Carlota

Carvallo, Marcela Paz y Joaquín Gutiérrez crea-

ron niños de carne y hueso, indios, negros y

blancos, con defectos y virtudes similares, que

se desenvuelven en la vida real a través de sus

propias capacidades. De esa manera, insertan

la diversidad cultural latinoamericana en una

literatura en la que solo los blancos tenían el

privilegio de protagonizar. Oscar Alfaro y Javier

Villafañe denunciaron lo que no les parecía jus-

to para su tiempo y por eso sus obras desa-

fiaron a una época en la que el niño no debía

salir de su burbuja de cristal. Escribieron una

literatura con temas prohibidos para la infancia

como la muerte, la discapacidad, la mendicidad

y la explotación del niño trabajador situando al

lector en un mundo real.

Así, la literatura infantil y juvenil latinoa-

mericana crea clásicos más jóvenes que los eu-

ropeos, los cuales fueron adquiriendo un sello

propio a partir de una temática y personajes

latinos que dieron lugar a libros maravillosos

que, como todo clásico, han perdurado en el

tiempo.

I

niciemos nuestro recorrido latinoamerica-

no a mediados del siglo XIX con Rafael Pombo

(1833-1912), el autor más representativo de la

literatura infantil colombiana. Era un hombre

al que le interesaba la pedagogía y estaba segu-

ro de que la literatura infantil era un excelen-

te instrumento para formar a la niñez. Pombo

tuvo una gran vocación por la literatura infantil

en la que dio rienda suelta a su fascinación por

lo fabuloso y lo mágico. Así surgen

Fábulas y

verdades

(1893)

,

con más de 160 fábulas que

retoma de Esopo, Iriarte, Campoamor y otros

autores, imprimiéndoles un toque literario pro-

pio. Es verdad que no se aparta de la moraleja

y algunas lecciones de buen comportamiento,

que si bien están presentes no son lo esencial

de su obra. Por otro lado, están sus cuentos

escritos en verso a la usanza de Charles Pe-

rrault,

Cuentos pintados para niños

(1867), en

los que inventó personajes como un renacua-

jo paseador que no le hizo caso a su madre y

terminó comiendo con Doña Ratona; o el caso

de la pastora que encuentra a sus ovejas sin

cola y las pega con miel y costura. También en

verso son sus

Cuentos morales para niños for-

males

(1869) que todavía hoy en día son leídos

por niños y adultos de toda América. El acierto

del autor fue escribir para los niños sin ningún

fin didáctico, sino mas bien con mucho humor,

con abundantes diálogos entre sus persona-

jes y sobre todo con destreza, pues su objetivo

principal era desarrollar la imaginación de sus

lectores.

Años más tarde nace en La Habana José

Martí (1853-1895), quien desde muy joven

se inclina por la política e inicia una lucha

infatigable por la unidad de su nación, por

la independencia del dominio español y en

contra de la expansión de Estados Unidos.