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BARATARIA

NÚMERO 14 •

2012

Gloria

María

Rodríguez

por Fanuel Hanán Díaz

L

os clásicos de todos los tiempos han des-

plegado viajes hacia regiones desconoci-

das de la geografía y de la imaginación.

A muchas de estas novelas les debemos los

esquemas más estables de la literatura infan-

til y juvenil contemporáneas: el arquetipo del

héroe, el viaje y la búsqueda como motores na-

rrativos, el desplazamiento a lugares ignotos,

el mar como elemento... todos ellos como parte

de relatos iniciáticos que sembraron de valor el

corazón de muchos lectores.

Hoy en día los clásicos de diferentes géne-

ros han consolidado el sustrato de un discur-

so más amplio dirigido a lectores juveniles, y

cuyas manifestaciones se pueden rastrear en

los videojuegos, las series televisivas, las adap-

taciones fílmicas, los juegos de roles... A pesar

de su enorme impacto, hoy en día el tema de

la lectura de los clásicos alimenta inquietu-

des por parte de los mediadores. ¿Acuden los

lectores de forma espontánea a las versiones

originales de estas obras? ¿Cómo absorben

los lectores los elementos históricos y de estilo

que forman parte del contexto de producción

de esta narrativa? ¿Apelan los clásicos a los

lectores contemporáneos? ¿Mantienen aún su

vigencia? Alrededor de estas y otras inquietu-

des quisimos conversar con Gloria María Ro-

dríguez, bibliotecaria de dilatada experiencia,

lectora consumada y conocedora en extenso de

la literatura infantil y juvenil. En este tema, su

opinión resulta esclarecedora ya que nos ofrece

una mirada desde su vivencia como biblioteca-

ria y especialista en el diseño de planes para la

formación lectora en la región.

F.H.D.: ¿Nos podrías dar tu definición de

lo que es un clásico?

G.M.R.: Para mí los clásicos son aquellas

obras que tienen la capacidad de perdurar y

sobrevivir al tiempo en que fueron creadas.

Son trascendentes, potentes, no pierden su vi-

gencia y, cuando se leen, son inolvidables. Al

respecto, el poeta español Pedro Salinas afir-

ma que “los clásicos son los escogidos por el

sufragio implícito de las generaciones y los si-

glos y por tribunales que nadie nombra ni a

nadie obligan, en verdad, pero cuya autoridad

por venir de tan lejos y de tan arriba se acata

gustosamente”.

F.H.D.: Además de los clásicos de aventu-

ras y viaje existen otros clásicos de la cien-

cia ficción, de la literatura fantástica, de la

literatura infantil... es decir, que la condi-

ción de estos libros no se define por su géne-

ro, su tema o su receptor. ¿Qué pueden tener

en común entonces para considerarse como

clásicos?

Fotografía Julián Roldán