
2010
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NÚMERO
1
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VOLUMEN VIII
I
BARATARIA 7
sentido más humorístico, a costa
de lavar y atenuar la osadía que
todavía conserva esta obra?
La historia de Julia, la niña
que tenía sombra de niño
(Babel,
2008), reeditada recientemente,
también muestra, comparada
con su edición precedente, una
variante en el título, pero en esta
ocasión, el cambio se acerca con
más exactitud a su título original
en francés. La edición anterior, en
español, se titulaba
Clara, la niña
que tenía sombra de chico
(Lumen,
1980). Quizás la modificación del
nombre de la protagonista tal vez
o
La rebelión de las lavanderas
se sirve del humor, para nada in-
ofensivo ni cómodo, y del estallido
del color; mientras que
La historia
de Julia
... es un texto con varias
capas superpuestas, en las que
se estrechan y fusionan el plano
realista con el onírico e intimista,
en una atmósfera que cala hondo,
a la que contribuyen el extraor-
se haya realizado entonces buscando alguna clase de juego retórico
entre luces y sombras. Además, el término chico en la nueva edición
fue reemplazado por “niño”, manteniendo en el enunciado del título
el femenino y masculino del mismo término, lo que hace las veces
de verso y reverso. En esta segunda versión de este libro álbum los
dibujos siguen siendo predominantemente en color negro y se reem-
plaza el beige y el rosado apagado que contrastaba en la primera por
un naranja más intenso con el que logra dar mayor dramatismo y
vivacidad al relato.
Ambos libros, tanto el de origen británico como el francés, están
a medio camino entre la narración de tesis y el relato construido sin
mensajes preconcebidos y conclusivos. Las dos obras tienen grandes
méritos literarios y plásticos, sus autores tienen una clara intenciona-
lidad: transmitir a los niños y jóvenes cuál es su posición ideológica
sobre el tema planteado en la historia; aunque sin descuidar una
búsqueda poética y estética para conseguirlo.
Las lavanderas locas
dinario realismo fotográfico de los dibujos y los extraños montajes
compuestos por las ilustraciones y el texto. Por su complejidad y
ambigüedad, son obras que admiten infinidad de lecturas.
Libros para un segmento lucrativo del mercado
La industria editorial, atenta a la aparición de nuevos nichos o
ventanas de consumo, se hizo eco, a su manera, de los cambios socia-
les de mujer. Así surgió el
Teen Chick Lit
, “solo para chicas”, que suele
definirse como un subgénero de la novela romántica tradicional. Son
traducciones al español de obras de origen británico o alemán. Colec-