
2013
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NÚMERO 15
BARATARIA 3
económicos, civiles y políticos. Más que toleran-
cia, lo que precisan y reclaman las minorías es
respeto y aceptación, armonía en la diferencia.
Este complejo debate social, en el que
coexisten las posiciones antagónicas y polari-
zadas junto a las que apelan a estrategias que
promuevan el respeto y la aceptación de los gru-
pos minoritarios de cualquier índole, ha sido
reflejado en las últimas décadas, en muchos ca-
sos con notables aciertos artísticos, por los au-
tores de libros para niños y jóvenes. Este reflejo
podría interpretarse, de alguna manera, como
un acto de justicia y solidaridad elemental, si se
toma en consideración que la literatura infantil
y juvenil es, en sí misma, una minoría dentro de
un sistema cultural que, con mucha frecuencia,
observa su producción desde una posición de
condescendencia.
La intolerancia y las actitudes hostiles a
las minorías son resultado de la ignorancia y
de arraigados prejuicios de muy diversa na-
turaleza, de ahí que la mejor vía para comba-
tirlas sea a través de acciones educativas que
contribuyan al entendimiento intercultural y el
respeto al diferente. Así pues, los libros para
niños pueden desempeñar un importante papel
en esa labor. Los libros pueden ser excelentes
dispositivos culturales e ideológicos para des-
armar los estereotipos sociales, para decons-
truir y reconstruir la imagen que tenemos del
otro, para darle nuevas perspectivas a nuestra
apreciación de la realidad, para combatir los
prejuicios que tenemos con relación a ciertos
grupos de seres humanos.
A través de la obra literaria, el niño o joven
lector tiene la posibilidad de conocer mejor al
Otro –físicamente cercano o distante–, de dialo-
gar con él y consigo mismo, y de transformar o
fortalecer su posición ante la problemática que
el autor ha recreado artísticamente. De esa for-
ma, los libros contribuyen a combatir las ideas
que los distancian de otros grupos humanos,
favoreciendo que mediante la comprensión, los
acepte y los incluya en su visión del mundo.
En estos apuntes se hará alusión a algu-
nas minorías sociales y se comentarán obras
narrativas de autores de diferentes naciona-
lidades que han reflejado artísticamente sus
problemáticas.
La niñez: la minoría más vulnerable
Los niños de menos de 15 años representa-
ban el 27 por ciento de la población mundial
en el 2012. Su condición minoritaria no solo se
define a partir de las cifras estadísticas, sino
también por el hecho de que ellos dependen,
desde que nacen hasta que alcanzan la mayoría
de edad, de los adultos. Eso explica por qué en
muchos lugares del planeta la infancia es una
de las víctimas más notorias de la injusticia so-
cial, al negársele derechos tan elementales como
una adecuada alimentación que garantice su de-
sarrollo físico y mental, una educación básica y
los más esenciales servicios de salud. A lo ante-
rior hay que añadir que millones de niños en el
mundo sufren actos de violencia que van desde
la agresión física y sicológica hasta la explota-
ción laboral (en términos casi de esclavitud) y el
abuso sexual.
Numerosas obras contemporáneas destina-
das a los lectores infantiles y juveniles se han
acercado a distintos aspectos álgidos de la vida
de esta minoría en el planeta. Algunos suma-
mente dolorosos, que constituyen vergüenzas
mayúsculas para la sociedad, como los que re-
crea Jordi Sierra i Fabra en su libro
Material
sensible. Cuentos crueles
(2009): sometimiento
a la ablación del clítoris, explosiones de minas
personales, sicariato infantil, etc.
Minorías étnicas: judíos y romaníes
Un tema relacionado con la problemática
de las minorías étnicas que ha sido reflejado en
numerosos libros para niños y jóvenes es el an-
tisemitismo: la persecución y exterminio de los
”
“
La intolerancia y las actitu-
des hostiles a las minorías son
resultado de la ignorancia y de
arraigados prejuicios de muy
diversa naturaleza