

2009
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NÚMERO
2
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VOLUMEN VI
I
BARATARIA 17
y ha funcionado muy bien en países como Colom-
bia, especialmente en Medellín, donde los niños,
acostumbrados a un permanente clima de vio-
lencia social y familiar, reciben la obra como una
verdadera catarsis. En algunos centros y teatros
escolares donde se representó la obra, los niños se
subían al escenario a pegarle con machetes a “la
peor señora del mundo” que debía salir a escape
a refugiarse en los camarines.
Hinojosa lleva a la exageración los temas que
más le preocupan y consigue de esta manera cau-
tivar a los niños actuales. En parte esto sucede
porque apela a la inteligencia y a la capacidad
de juicio de los más pequeños y los llama a la
reflexión, especialmente enfrentándolos a temas
difíciles como la violencia o la muerte, en clave
de humor. Muchas de estas obras son rechazadas
por los padres y los profesores más conservadores,
pero no se dan cuenta de que son los niños quie-
nes las adoptan y las reciben muy bien. Pueden
reírse con los acontecimientos y entran en el juego.
Incluso
La peor señora…
es leído y disfrutado por un
adulto, sin necesidad de compartirlo con un niño.
La mayoría de los libros de Francisco Hino-
josa se ha convertido en canciones, programas
interactivos y obras de teatro, lo que prueba su
tremenda conexión con el mundo de la infancia y
a la vez la idea de que los libro infantiles pueden
ser de gran atractivo sobre todo cuando tocan
temas de candente actualidad.
Manuel Peña Muñoz
es chileno. Se ha doctorado en
Filología Hispánica. Es narrador, crítico e investigador,
especializado en literatura infantil y juvenil.