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BARATARIA I
VOLUMEN VI
•
NÚMERO
1
•
2009
Margaret Mahy
Pionera de la literatura in-
fantil y juvenil de su país,
Nueva Zelanda, desde pe-
queña se dedicó a escribir.
En los 80, dejó su trabajo
de bibliotecaria para dedi-
carse de lleno a la escritu-
ra, que ya la había llevado
a escenarios internacionales tras haber sido publicada
en Estados Unidos. Escribe cuentos, novela y poesía,
tanto para niños como para jóvenes. Dos veces gana-
dora de la Medalla Carnegie (por
El aparecido
y por
El ritual
), en 2006 le dieron el Premio Andersen al
conjunto de su obra. También le ha sido otorgada la
Orden de Nueva Zelanda, en reconocimiento a la con-
tribución en su campo. Además, un premio literario y
una beca universitaria llevan su nombre.
Completamente delirada y divertida, su literatura no
deja de tocar temas profundos. Por ejemplo, la defini-
ción de la propia identidad, como en
El secuestro de la
bibliotecaria
, donde los ladrones secuestradores ter-
minan redimidos y ¡se suman a la tarea de mediación
de la lectura! O los conflictos familiares (separación,
infidelidad, abandono de los hijos), como en el cuento
que titula el libro
El muchacho que inventaba historias
(Torre de Papel Amarilla), que empieza así: “Había una
vez un papá que tenía un hijo pequeño. Sin embrago,
para este papá tener un hijo era casi un desperdicio
porque al señor sólo le interesaba trabajar”.
Como todos los ganadores del Andersen, una voz im-
prescindible.
Archipiélago
llegada de la democracia a su país. En la actualidad
lleva publicados más de 50 títulos, entre libros y par-
ticipaciones en antologías. Ha obtenido numerosos
premios, entre los que se destacan el Konex, en dos
oportunidades, y el Premio Nacional de Literatura
Infantil. Ha sido candidata al Premio Andersen nume-
rosas veces y, junto a Graciela Montes, ganó el Premio
Alfaguara de novela para adultos.
Wolf se mueve como pez en el agua en las exigencias
de la escritura humorística, sobre todo en el absurdo
y el surrealismo y, por si eso fuera poco, maneja una
prosa deliciosa. Como cuando plantea que
Hay que
enseñarle a tejer al gato
, haciendo hincapié en que
el único problema es convencer al gato. O como los
Torre de Papel Azul
¡Silencio, niños!
, donde los niños
son los monstruos de nuestras pesadillas, y
Nabuco
,
etc.
, donde cambiar el pañal de un hermanito puede
ser lo último que hagas. Para más grandes, está la
adoración de una santa barbuda, entre otros asuntos
peliagudos del
Libro de los prodigios
(Torre de Papel
Amarilla) y su última novela,
La casa bajo el teclado
(Norma), que está protagonizada por… ¡mocos!
Autora indispensable.
Ema Wolf
Esta autora, una de las
más importantes de la Ar-
gentina, empezó con algu-
nos de sus cuentos en la
revista infantil
Anteojito
,
a finales de los 70. Entra-
dos los años 80, fue parte
central del “
boom
” de escri-
tores que surgieron con la