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BARATARIA
I
VOLUMEN VI
•
NÚMERO
1
•
2009
D
elinear el territorio de la literatura infantil muchas veces exige confrontar al-
gunos prejuicios que muchos adultos tenemos con respecto a esta literatura.
A veces, nos conectamos desde el canon sentimental y privilegiamos dentro de
este extenso universo aquellas obras que marcaron nuestra infancia, por considerarlas
inofensivas, edificantes o representativas de mundos maravillosos proclives a despertar
fantasías arquetipales sobre la felicidad, el bienestar o la recompensa de un comporta-
miento virtuoso. Sacudidos por este canon sentimental, y por una visión estereotipada
de la infancia, activamos un inusitado instinto de protección que nos lleva a proscribir
contenidos poco apropiados o que consideramos políticamente incorrectos. Aparecen
así los llamados temas tabú, sobre los cuales, de alguna manera, se asienta una parte
de las reflexiones que se ofrecen en este texto.
En realidad, este ensayo ha servido como una excusa para darle forma a ciertas
ideas que han rondado por mi cabeza durante mucho tiempo en relación con los libros
Libros
una categoría a la sombra
Por
Fanuel Hanán Díaz