

18
BARATARIA
I
VOLUMEN VI
•
NÚMERO
1
•
2009
b)
Palabras ofensivas o insultos
, que contienen inherentemente
una carga negativa relacionada con alguna característica física, de
desempeño o actitudinal.
•
Malas palabras y groserías
(
pinche
,
güey
,
pinche panzón
).
•
Físicos
, relacionados con la apariencia (
tanque
,
chimuelo
,
na-
rizón
,
castor
,
chaparra
,
flaca
,
feo
,
dumbo
).
•
Inteligencia
, relacionadas con su desempeño (
menso
,
burro
,
tonto
,
idiota
).
•
Actitudinales y emocionales
(
tragoncito
,
loca
,
psicópata
,
ta-
rada
).
•
Otros
(
que me callen
,
que me comparen
,
recogido
).
Como puede observarse, los niños y jóvenes pueden llegar a sen-
tirse violentados e insultados por las personas más cercanas a ellos:
su familia. El texto de
Juul
fue el pretexto que permitió a estos chicos
hablar de sus experiencias y su sentir: les brindó la oportunidad de
ver una parte de su historia en la historia del personaje. El libro les
posibilitó tanto manifestarse como ponerse en el lugar del otro.
Finalmente, los participantes escribieron una carta a Juul. Soli-
citar este texto a los niños y jóvenes tenía el propósito de reconstruir,
simbólicamente, al personaje. Sin embargo, este objetivo fue rebasado
ya que los autores de las cartas, además de escribirle a Juul, escri-
bían sobre sus propias experiencias en torno al acoso y el insulto. A
continuación se presentan algunos textos a modo de ejemplo:
a)
Cartas a Juul para orientarlo sobre lo que podría hacer frente a la
situación violenta de la narración: “Juul, yo creo que lo que hiciste
al tratar de cambiarte porque los demás se burlaban de ti estuvo mal
porque tú deberías haber sido feliz como eras y que no te molestara
lo que los demás te dijeran” (Bernardo, 11 años).
b)
Cartas a Juul en las que el niño expresa su propia experiencia en
torno al acoso e insulto, y con ello la necesidad de autoreparación:
“Juul yo también he sido ofendido y por eso yo no me voy a destruir…
últimamente he cambiado mi carácter… cuando me insultan yo sólo
los ignoro” (Christopher, 11 años).
c)
Cartas a Juul que muestran el sentir del autor ante lo que le su-
cede a personas cercanas: “Querido Juul quiero que sepas que no
es lo que digan los demás lo que importa sino lo que pienses sobre ti
mismo. Yo veo cada mañana a mí mamá haciendo posturas y gestos
y cuando me acerco y pregunto qué es lo que tiene y me contesta y
entre gemidos, quejas y caras: ay es que mira mi lonja ya estoy bien
gorda y mira estas ojerotas y mira estos cachetotes ojalá no hubiera
gravedad. Y le contesto animosa
y un poco molesta tú eres la per-
sona más bella que he conocido
así que arréglate y le doy algunos
consejos y luego le digo sume la
panza y para los ojos que hay mil
y un muchachos que quieren co-
nocerte” (Ana, 11 años).
Comentarios finales
Debemos aprender a superar el
prejuicio de que los chicos son
incapaces de abordar temas di-
fíciles porque los dañarían o no
los entenderían. Ellos ya viven
situaciones difíciles, y no hablar-
las es negarlas.
Los adultos tenemos la res-
ponsabilidad de crear espacios
adecuados, que promuevan la
capacidad de niños y jóvenes
para establecer relaciones sa-
nas. También somos responsa-
bles de evitar los ambientes ne-
gativos como lugares naturales
para su desarrollo y crecimiento.
Debemos generar espacios de re-
flexión que posibiliten la toma de
conciencia de situaciones como
el acoso, el insulto y la violencia
y sus efectos sobre los individuos
y la sociedad. El libro es un buen
detonante, como lo mostraron los
escritos de los niños al elaborar
una carta para Juul.
Debemos recordar que los
libros cumplen con diversas fun-
ciones que no se circunscriben
exclusivamente a la didáctica.
La literatura, y en particular los
libros perturbadores, pueden in-
vitar al niño y al joven lector a