Table of Contents Table of Contents
Previous Page  5 / 28 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 5 / 28 Next Page
Page Background

con lo consabido, salirse del cauce común. Cuando se

piensa en la literatura que leen quienes inauguraron

hace muy poco su biografía lectora, hablar de estas

rupturas o proponerlas puede sonar hasta cierto pun-

to paradójico. Los lectores infantiles en la práctica,

por lo general, no se cuestionan ni temen demasiado

a los textos que trastocan lo

establecido; por el contrario,

si se los habilita proporcio-

nándoles una experiencia

estética que sacuda sus in-

cipientes seguridades, sue-

len abordarla sin prejuicios

y dispuestos al juego que se

les propone.

Sin embargo, como la li-

teratura infantil se caracteri-

za por una fuerte mediación

por parte de los adultos que

comienza por una actividad

clave

la selección de los

textos

—,

se vuelve necesario reflexionar acerca de

las vías que hacen posible la apertura a tales libros

y experiencias de lectura. Nuestra propuesta supo-

ne, entonces, la inclusión de una literatura que deli-

beradamente sacuda las tranquilidades, que genere

nuevas preguntas en lugar de cerrarlas; una literatura

del desafío que conviva saludablemente con otros

textos cuya potencia no obedece necesariamente a

la ruptura con modelos establecidos.

Así como existen libros desafiantes, también exis-

ten formas de leer desafiantes. La coexistencia de

ambos factores es determinante ya que, por dar un

ejemplo, un libro que se caracteriza por su audacia

puede ser leído en una clave que reduzca su polise-

mia y limite sus posibilidades de significación a una

interpretación preestablecida. Por otra parte, un libro

que se atenga a ciertas convenciones formales puede

ser leído por medio de conexiones y caminos insos-

pechados que desafíen prácticas de lectura literaria

ritualizadas. En pocas palabras, un libro desafiante

no garantiza una lectura desafiante y, de la misma

manera, un libro canónico puede ser leído de una

manera innovadora.

De todos modos cabe destacar que no son estos

libros (los que sacuden las maneras convencionales

de narrar, de ilustrar o de nombrar poéticamente al

mundo) los que abundan en la producción y difusión

de la literatura para niños. El encasillamiento en for-

mas y temas que reiteran lo conocido, amparado en

una representación sobreprotectora de los lectores

infantiles, se convierte en una barrera en el camino

necesariamente sinuoso de la lectura.

La siguiente aproximación a textos desafiantes es

un recorte posible que se apoya en el doble juego que

intentamos describir: el del encuentro de libros que

desacomodan con lecturas

que sacuden las comodida-

des. Lecturas que se detienen

maravilladas en una cafetera

como si la vieran por primera

vez.

Si hablamos de libros no

convencionales, parece toda

una paradoja que incluyamos

a los clásicos. Históricamen-

te los cuentos tradicionales

fueron censurados por ser

considerados crueles, es-

catológicos, excesivamente

fantasiosos e inmorales. Las cosas cambiaron con el

tiempo. Sin embargo, también es cierto que sobre los

cuentos tradicionales siguen operando criterios de

selección ocupados en filtrar aquellos relatos cuyos

contenidos pudieran contradecir las ideas vigentes

acerca de lo adecuado para un destinatario infantil;

mientras de los cuentos más conocidos se difunden

adaptaciones, la mayoría de las cuales son obedien-

tes a tales preceptos oficiales. También los textos de

autores del siglo XIX, como los cuentos de Andersen,

las Alicias de Lewis Carroll,

Las aventuras de Pino-

cho

de Collodi, son objeto de tales operaciones de

adaptación.

Tomemos por ejemplo

Las aventuras de Pinocho.

Collodi es autor de una novela que originalmente fue

publicada en capítulos en un periódico para niños.

Posee muchas de las características del relato por en-

tregas; incluso sus contradicciones pueden explicarse

a partir de este género. Esta novela, a la que habi-

tualmente se le cercenan capítulos enteros para ser

transformada en un cuento breve, ofrece elementos

Nuestra propuesta supone la inclusión

de una literatura que deliberadamente

sacuda las tranquilidades, que genere

nuevas preguntas en lugar de cerrarlas.

3

2007 • NÚMERO 2 • VOLUMEN IV

BARATARIA