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BARATARIA
NÚMERO 13 •
2011
L
os complejos urbanos aparecen en la literatura escrita en América casi desde
que este continente es llamado así. Muy pronto, las plumas de criollos y penin-
sulares –que eran quienes tenían acceso a la cultura escrita durante las pri-
meras etapas de la Colonia– comenzaron a describir las ciudades que se comenzaban
a erigir de este lado del Atlántico. Habían pasado apenas treinta y tres años de la caída
de México-Tenochtitlán, cuando Francisco Cervantes de Salazar publicó sus diálogos
latinos bajo el título
México en 1554,
una loa a lo que ya era una metrópoli que poco
envidiaba a las ciudades europeas.
Pero aquello es solo el comienzo de un tópico constante en la litera-
tura latinoamericana, acrecentado a partir de la segunda mitad del siglo XX.
De la aventura al peligro:
las ciudades
en la literatura infantil latinoamericana
por Luis Téllez-Tejada