Revista El Educador Julio 2020

22 el educador tudiantes deben llegar a la clase con cierto entendimiento del tema y con las inquietu- des correspondientes para que sean resuel- tas por el docente. Según Bergmann y Sams (2014), iniciadores de esta práctica, no existe una metodología específica ni una lista de ta- reas infalibles para llevarla a cabo, pues los estilos de enseñanza y aprendizaje se defi- nen por las particularidades de cada clase y el nivel de autonomía que se motive en los estudiantes. • Cursos en línea masivos y abiertos , cono- cidos como MOOC ( Massive Open Online Courses ), son módulos autogestionables y autónomos para aprender, estructurados, ge- neralmente, por instituciones de educación superior reconocidas que validan los apren- dizajes realizados en línea. Esta oferta varía de acuerdo con las áreas de interés de los estudiantes, y su propósito es brindar una educación complementaria, actualizada, co- laborativa y gratuita, hasta cierto punto. Es- tos cursos no tienen limitantes de edad, nivel educativo o ubicación, por lo que cualquier estudiante que desee actualizarse o ampliar sus conocimientos en algún tema específico puede hacerlo libremente. Uno de los retos que estos cursos representan para la educa- ción básica es que los docentes los exploren debidamente y los integren como apoyo di- dáctico en sus currículos y planes de estudio. • Entornos personales de aprendizaje o PLE ( Personal Learning Environment ), que se fun- damentan en que el aprendizaje puede ocurrir en cualquier escenario de manera autónoma y abierta, haciendo uso de cualquier medio de acceso a la información. Actualmente, el registro de estas trayectorias ha cobrado im- portancia para determinar hasta qué punto y cómo las evidencias producidas por los estu- diantes y los aprendizajes logrados en estos entornos informales pueden aceptarse y va- lidarse académicamente. Al respecto, Adell y Castañeda (2010) definen el PLE como “el conjunto de herramientas, fuentes de infor- mación, conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua para apren- der”. De este modo, un PLE puede plantearse desde los recorridos espontáneos que reali- zan los estudiantes al interactuar en la red o fuera de ella; o bien, como un PLE estructu- rado en una plataforma educativa modular, que guía de forma flexible, pero controlada, las interacciones de los estudiantes.

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