Revista 20
Barataria 2019 26 John Fitzgerald Torres autor colombiano de literatura infantil y juvenil. Magister en literatura latinoamericana. Ha realizado talleres para niños en la Casa de Poesía Silva. Su libro El club de los somnolientos enlaza de manera muy creativa cuentos breves que siguen un hilo conductor y que desarrollan diferentes modelos narrativos en un mosaico donde se enfatiza el arte de contar historias. Su novela El vértigo de los pájaros , finalista del Premio Norma, propone una búsqueda en un plano físico y emocional al interior de sí mismo y al pasado para encontrar un amor de adolescencia. “El aula debe ser precisamente el espacio donde se acoja y propulse con mayor insistencia la imaginación del niño”. F.H.D.: ¿Existen abundantes espacios simbólicos en la Literatura Infantil y Ju- venil: la psiquis, el recuerdo, la memoria, el pasado…? ¿Cómo crees que estos espacios permiten construir la ficción para niños y jóvenes? J.F.T.: En mi caso, los espacios simbólicos constituyen los diversos vértices de los personajes y se revelan como los escenarios a través de los cuales evolu- cionan. Para dar un ejemplo, en El vértigo de los pájaros, el personaje narrador procede al autoexilio, no para huir sino como búsqueda simbólica de sí mismo y del afecto desvanecido. Marcha a un lugar físico que alguna vez habitó su madre y a otro que lleva el nombre de la muchacha que lo ha “defraudado”. Pero es un rumbo que paradójicamente lo lleva a comprender que es en el espacio de la memoria que ha dejado atrás en donde quizás los halle. No obstante, el regreso y el reencuentro con sus amigos de colegio le descubren que también el pasado y la amistad son ahora espacios vacíos. Es en esa doble negación simbólica (o no-lugares) donde el personaje encuentra el motivo para reemprender el viaje hacia el futuro. F.H.D.: En tu novela El Club de los Somnolientos se hilvanan distintas historias en un marco narrativo que ocurre en un salón de clases común y corriente. ¿Puede ser la Escuela un espacio excepcional para recuperar el poder de la imaginación? J.F.T.: El libro mismo responde: en el escenario relativizado de la escuela, la imaginación se dispara hacia todos los ángulos del espacio-tiempo. El niño de hoy pasa gran parte de su vida en el colegio. La escuela es a un tiempo un espa- cio físico y simbólico en el que se asimilan normas conductuales y por supuesto conocimiento. Pero también con excesiva frecuencia se encarga de proscribir la imaginación, esa “loca de la casa”, y en medio de ejercicios, tareas, lecturas, metodologías y problemas, su desparpajo no se acomoda. Pero al expulsarla de allí se extirpa de la educación uno de sus mayores sentidos, el más decisivo. Vale la pena concebir la escuela como el espacio donde se debe emplazar la imaginación para saber qué hacer con el conocimiento, cómo transformarlo y proyectarlo. El aula debe ser precisamente el espacio donde se acoja y propulse con mayor insistencia la imaginación del niño. JOHN FITZGERALD TORRES Entrevista Fanuel Hanán Díaz Editorial Norma Colombia.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTkzODMz