BARATARIA 19
Barataria 2018 22 JAVIER ARÉVALO J.R.: ¿Crees que la literatura puede generar cambios en la sociedad? J.A.: El arte en general modifica radicalmente a los seres humanos. Cada creencia que tenemos proviene de una mente creativa que la expuso y la so- ciedad la aceptó y la incorporó a su vida como realidad. La literatura es solo un elemento más que penetra en la mente de los seres humanos y allí produce sus estragos: leer es un acto de rebeldía contra la realidad, porque la suplanta. Pero cuando volvemos a la realidad la ficción a la que nos hemos expuesto nos hace creer que podríamos hacer lo mismo con la realidad: recrearla. En ese sentido es subversiva al orden porque produce mentes creativas que siempre creen que pueden cambiar al mundo. J.R.: En Él cazaba halcones exploras la conciencia de un adolescente y das cuenta de un momento concreto del país. ¿Cómo conjugaste estos dos niveles? J.A.: Planeé un policial. Ocurre que nuestras vidas políticas peruanas son más policiacas que cívicas: los alcaldes pasan del sillón municipal al banquillo de acusados, tenemos dos presidentes presos y los otros esperan juicio y ojalá condenas. En ese contexto, que una novela sobre el amor entre un padre y un hijo se convierta en un policial parece un asunto lógico. J.R.: ¿Cómo se cruzan realidad y ficción en Vértigo bajo la luna llena ? J.A.: La realidad es que viví en un barrio donde un chico que vendía marihuana era un chico tierno y amoroso con su hijo recién nacido. Este chico murió acu- chillado en la esquina de mi casa por el hijo drogadicto de un general. Mi novela es menos cruenta, no es un retrato de la realidad, pero es un espejo de esas cosas que viví todos los días en mi adolescencia. J.R.: ¿Cuál fue el detonante de tu última novela, Sofía y las invisibles ? J.A.: El primero de todos es una vocación por contar historias. Luego, descubrí en la vida real a una pequeña mujer muy bonita que era un verdadero torbellino de ganas de cambiar al mundo. Y eso me llevó a un tema que me destroza el alma: las niñas abandonadas por todos, por cada uno de nosotros, que de pron- to son llevadas por sus propios padres a un burdel donde el juez, el policía y su propio profesor de colegio pagan por tener sexo con ella. Eso pasa en Madre de Dios, en la selva del Perú. Nada que pueda contar en literatura puede compa- rarse con la cruda realidad. Javier Arévalo es un narra- dor y periodista limeño. Sus primeros libros aparecieron en los años 1990, cuando el Perú estaba inmerso en el terrorismo y la dictadura; y aunque hay mucha crítica social y política en su lite- ratura, él solo se reconoce escritor. Con editorial Nor- ma ha publicado en la franja juvenil las novelas Él cazaba halcones y Vértigo bajo la luna llena , y más recientemente Sofía y las invisibles . Entrevista Jessica Rodríguez, editora Norma en Perú. “ Nada que pueda contar en literatura puede compararse con la cruda realidad”.
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