BARATARIA 19

Barataria 2018 20 ¿Hasta qué punto las novelas que hoy leen masivamente los adolescentes no brindan una representación light de la realidad? ¿La literatura juvenil ayuda real- mente a conectar a los lectores con el mundo? ¿A más realismo más pensamien- to crítico? El término realismo, como categoría artística, empieza a usarse en Francia du- rante la tercera década del siglo XIX, primero en la pintura y luego en la literatura, para referirse a un enfoque distinto de aquel del romanticismo. A diferencia de este, que se caracteriza por prestar atención al pasado, que idealiza los sucesos y genera altas dosis de sentimiento, el realismo se interesa por su entorno inme- diato, cultiva una mirada más objetiva y asume temas en los que los sentimientos no siempre son lo central. Asociado a los cambios en la sociedad europea, como el surgimiento de nuevas clases sociales, el crecimiento de las ciudades, así como el desarrollo de la indus- tria, la banca, la prensa y el comercio, el realismo llegó para quedarse, aunque irá sufriendo transformaciones. En las primeras décadas del siglo XX, en Hispanoamérica, la aparición de los movimientos nacionalistas y vanguardistas genera variantes en esta parte del mundo, como el regionalismo. En el caso del Perú, por ejemplo, luego de haberse presentado bajo la forma de indigenismo, decantó en realismo urbano hacia los años 1950 y contó con una generación dorada, que en la narrativa fue liderada por Mario Vargas Llosa. Una década después, aparecen una serie de relatos poblados de jóvenes de estra- tos populares o de clase media baja, que habitan en las márgenes de sus ciuda- des y que no parecen tener mayor futuro que la delincuencia. De gran repercusión local, aunque no fueron pensados para el público juvenil, libros como Los inocen- tes (1961) del peruano Oswaldo Reynoso y Gazapo (1965) del mexicano Gustavo Sainz, se convirtieron en clásicos juveniles de sus países antes de que apareciera la literatura juvenil propiamente. La mirada crítica en la literatura juvenil Por Jéssica Rodríguez Docente, editora y escritora. Magíster en Literatura Pe- ruana y Latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado varios libros de ficción, entre ellos, la nove- la La zona invisible (Premio Barco de Vapor - Perú 2015). Actualmente es jefa editorial de Literatura Infantil y Juve- nil de Editorial Norma Perú.

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