BARATARIA 19

9 a la chica golpeada a su casa. Abrazada a su ejemplar del libro, esta estudiante me dijo: ‘Imaginate, tenía a Mara sufriendo adentro del libro y a esta chica afuera, no pude no hacer nada. Me la llevé a casa. Como hace Leonor’.”. La lectura conjunta en el aula permite al docente abordar estos tópicos difíciles y proponer hipótesis diversas: otras resoluciones posibles, un análisis conjunto del comportamiento de los personajes, dis- cusiones acerca de la verosimilitud. Pero también ofrece la posibilidad de canalizar la crítica social que surge de los alumnos y que resulta tan habitual entre púberes y adolescentes. Dice la escritora Liliana Bodoc al pensar la literatura para jóvenes: “La ficción literaria es -o tiene el dere- cho a ser- el lugar de lo extraordinario, el sitio donde ocurre lo imprevisto. Desde luego, hace falta que lo extraordinario sea verosímil”. Y agrega: “El arte, al que respeto como a mi propia dignidad, es acción estética. El divorcio entre arte y realidad es un macabro invento de la burguesía, la misma que empolla artistas fatuos e inofensivos. Artistas que no huelen a nada. Torres de marfil para unos pocos onanistas. La ficción no de- viene de sí misma, no es un repollo naciendo de un repollo. Es hija de la realidad y del tiempo”. Las historias sobre violencia familiar, acoso escolar ( bullying ), acoso en redes sociales ( grooming o cyber- bullying ), violencia de género, trata de personas, con- flictos políticos, discriminación, exclusión y prejuicios tienen su lugar en nuestra colección juvenil. Siempre, bajo la premisa de la calidad literaria y del aporte a una sociedad más justa desde el aporte a una educa- ción crítica. Como lo plantea la especialista Gemma Lluch en su blog www.gemmalluch.com/esp/blog : “El punto de vista de la ideología o de los valores que quiere transmitir una lectura puede ser un criterio de selección en determinadas asignaturas o contextos. En este caso, el criterio fundamental es el respeto por el lector. Sería importante tener en cuenta los si- guientes consejos: – Una lectura muestra respeto al lector cuando el au- tor no intenta imponer su punto de vista dándole una lección o una enseñanza explícita. El autor no escri- be para solucionar los problemas del lector dirigien- do su comportamiento ante determinadas circuns- tancias o momentos de su vida. – La forma de exponer las diferentes perspectivas so- bre los temas controvertidos permite al lector cues- tionarlas, reflexionar sobre las propuestas, sensibili- zar y ayudarle a tomar sus propias decisiones”. Novelas como La chica pájaro que aborda la temá- tica de la violencia de género y la reacción social a este flagelo (lista White Ravens 2016); El hombre de los pies-murciélago , que cuenta una historia de hos- tigamiento feroz; Elisa, la rosa inesperada en la que un personaje con pocos recursos económicos y cul- turales cae en una red de trata de personas; La no- che del polizón que narra la odisea de un joven keniata en las calles de Buenos Aires; La lluvia sabe por qué, que refleja una situación de alarmante actualidad (la violencia a través de las redes sociales) y Sombras de nadie , una ficción sobre el trabajo esclavo, entre mu- chos otros, son ejemplos de literatura muy atractiva firmada por autores reconocidos. En todos los casos, se trata de textos que introducen a sus lectores en mundos de su interés sensibilizándolos y permitién- doles identificar situaciones críticas. La supresión de la identidad y la violencia política lati- noamericana durante los años 1970 se hace presente también en dos libros destacados en la lista de White Ravens: El mar y la serpiente , de Paula Bombara, y Ma- tilde , de Carola Martinez Arroyo. Ambas novelas abor- dan esos años oscuros desde la óptica de dos niñas, y muestran el horror de vivir bajo una dictadura. La escritora chilena y especialista en LIJ, Carola Mar- tinez, dice sobre su primera novela: “En un país que intenta olvidarlo todo como si nunca hubiera ocurrido, le debo a la niña que fui, a los niños que fuimos y cre- cimos asustados, rodeados de silencio, con cientos de palabras no dichas, algo que dé cuerpo a esa soledad”. Sabemos cuánto interesan a nuestros lectores y me- diadores estos libros. Porque lo que proponen, final- mente, es contar la violencia para que, a partir de allí, podamos reflexionar y erradicar de nuestras vidas cotidianas este flagelo y construir un mundo más amable para todos.

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